domingo, 27 de octubre de 2013

"GUERNICA": DE OBRA DE ARTE A SÍMBOLO


En esta entrada, veremos un breve análisis de la obra Guernica, del famoso pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso (1881-1973). No como obra de arte, sino como símbolo, por su importancia no sólo artística sino como también histórica. Veremos, pues, las ideas que se esconden tras él, ideas que, ante ojos inadvertidos, a veces pasan desapercibidas.

Guernica. Pablo Picasso (1 de mayo-4 de junio 1937, París). Óleo sobre lienzo. 7x3,5 m. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España).

El Guernica de Picasso nació primeramente como un encargo, un encargo realizado por el Gobierno de la República para el Pabellón Español en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas en la Vida Moderna de París, en el año 1937. La Embajada de España en París quería utilizar el Pabellón como un instrumento de propaganda política que mostrase la situación a la que España se estaba enfrentando en aquellos momentos: la Guerra Civil. Para ello reunió a todo un grupo de intelectuales y artistas españoles de reconocimiento internacional, entre los que se encontraba Picasso. El pintor malagueño pasó varios meses indeciso, no sabiendo exactamente qué plasmar en el lienzo blanco. Y así permaneció, hasta que llegó el día.
26 de abril de 1937. Los aviones de la Legión Cóndor, pertenecientes a las tropas y fuerzas militares alemanas, que eran aliados de las tropas franquistas durante la Guerra Civil Española, atacaron la ciudad vasca de Guernica. Este ataque, realizado sobre un enclave con poco interés militar, probablemente se realizó para poner a prueba la moral del enemigo. Y fue tal el impacto emocional y mediático del suceso, que la noticia hizo eco en la prensa internacional. Picasso, que en aquel momento se encontraba fuera de España, en París, se enteró de la catástrofe y observó las fotografías de la misma gracias a los diarios franceses, entre ellos L’Humanité. Se acabó la búsqueda. Se acabó la indecisión. Ya tenía un tema que representar en su lienzo. Un objetivo. A partir de entonces dibujó y pintó. Y pintó y pintó, con rabia, con deseo, sin dudarlo. Todo el proceso de creación del cuadro quedó documentado y fotografiado por Dora Maar (1907-1997), la compañera de Picasso en aquel entonces, y se convirtió en uno de los mejores ejemplos de documentación de una obra en toda la historia del arte, y que hoy día puede observarse en el Museo Reina Sofía en la misma sala donde se encuentra el cuadro, donde se conserva ya desde el año 1995.
Desde un punto de vista artístico, el Guernica es bastante peculiar, por su composición, por su ausencia de color a favor de la técnica de la grisalla (blancos, negros y tonalidades grises) y sobre todo por su estilo, difícil de clasificar, por sus toques cubistas, expresionistas y hasta surrealistas. Pero aquí no hablamos del Guernica como obra de arte. Hablamos de él como símbolo. Porque aunque esta obra de Picasso puede considerarse una pintura histórica (y lo es), lo cierto es que el malagueño consiguió que su creación se saliese de sus marcos ideológicos, de sus marcos históricos, y se convirtiese en una idea, en un símbolo. Un símbolo contra la opresión, un símbolo contra la violencia, un símbolo contra la guerra, de cualquier tipo, realizada contra cualquier ser humano y en cualquier lugar del mundo. El Guernica no es una representación de la guerra, es una representación de la lucha por la paz y la libertad. No sólo en España durante la Guerra Civil, sino en cualquier rincón del mundo. Y eso es lo que la convierte en una de las obras pictóricas más emblemáticas del mundo contemporáneo.
El uso del blanco y el negro, sin color, sin duda añade un dramatismo especial a la imagen, y recuerda a las fotografías originales que Picasso observó en los diarios franceses cuando se publicó la noticia. Los personajes se pueden dividir en dos grupos. Por un lado, los humanos, la mayoría de ellos mujeres, huyen, están aterrados, gritan, sufren, sin saber a dónde ir y por qué está ocurriendo lo que ven ante sus ojos. Por otro lado, los animales, conformados por un toro, un caballo y un pájaro en segundo plano. La figura del toro y la figura del caballo, sin duda elementos nacionales, han sido bastante discutidas, y hay varias teorías al respecto. La más llamativa, por ejemplo, explica que el toro es la opresión, el personaje fuerte, mientras que el caballo, herido, representa a los oprimidos, es el personaje débil. En cualquier caso, es una escena trágica, violenta, melancólica, deprimente, y que básicamente se traga al espectador, no sólo por la idea que representa, sino por el inmenso tamaño del lienzo, que impresiona y que sin duda resulta amenazante.
El viaje del cuadro por toda Europa e incluso hasta Estados Unidos sin duda influyó en el crecimiento de su fama y prestigio, y todo el dinero recaudado durante las exposiciones se invirtió en la República. Pero con esto, su deterioro también se vio incrementado, y Picasso decidió que la obra se conservase en Estados Unidos, en 1957, y allí permaneció hasta que regresó a España en 1981. La razón de su conservación es una de las causas por las que el cuadro no se traslada a Guernica, donde muchos piensan que es donde debería estar.
Hoy día, la obra de Picasso parece vacía de contenido. Quizá sea porque se hizo en un momento exacto de la historia que reflejaba perfectamente los sentimientos y temores de millones de personas en todo el mundo que se veían amenazadas por oleadas de violencia y por guerras. Y encumbrando toda esta crisis, sin duda, se encuentra la Segunda Guerra Mundial. Hoy, la idea de una guerra nos parece inimaginable. Pero las personas que aún viven y recuerdan con horror el caos bélico que hace menos de un siglo ocurrió en prácticamente en todo el mundo, posiblemente entiendan mejor lo que el Guernica llegó a representar en aquellos momentos. Y no sólo estas personas. Alrededor del mundo, en distintas zonas, aún se desarrollan conflictos bélicos, ante los cuales solemos taparnos los ojos. Y millones de personas sufren sus consecuencias. Puede que no muchos de nosotros no hallamos vivido una guerra, pero ahí está el Guernica, solemne, inamovible, para recordarnos la lucha por la libertad que millones de personas llevaron y aún llevan a cabo para acabar con el belicismo mundial.

Bibliografía:
- Página web del Museo Reino Sofía:
- González, J.: La mitad invisible. El “Guernica”, de Pablo Ruiz Picasso. 6 de abril de 2010. Programa de arte dirigido por TVE. Disponible en la web: http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-mitad-invisible/mitad-invisible-guernica-pablo-ruiz-picasso/737608/

Realizado por Pablo Castillo Domínguez (Grupo A3)

COMENTARIO SOBRE EL "GUERNICA" DE PICASSO

Comentario sobre “El Guernica” de Pablo Picasso

de Ana Belén Fúnez Curiel
Un poco sobre el autor:
Pablo Ruiz Picasso nació el 25 de Octubre de 1881 en Málaga. Hijo de María Picasso López y de José Ruiz Blasco, éste era profesor en una escuela de bellas artes en Málaga  y sería el que le inculcase el amor por la pintura. Años más tarde la familia se mudaría a La Coruña, donde el padre consiguió un puesto de profesor en la escuela de bellas artes y su hijo consiguió entrar como alumno. En un principio Picasso firmaba con sus dos apellidos, pero en 1901 firmaba solo con el de la madre.
En 1904 se establece en París. La obra de Edgar Degas y Henri Lautrec, ejercieron una gran influencia sobre él. En sus pinturas de esa época reflejará la miseria humana, mendigos, alcohólicos y prostitutas. Cuando conoce a Fernande Olivier empieza su conocida “época rosa” ya que empieza a utilizar tonos más rosados para sus pinturas y sus temas principales para pintar fueron los de circo.
En 1906, durante una estancia en Gosol, Andorra, su obra entrará en una nueva fase marcada por la influencia del arte griego, ibérico y africano. La pintura más importante de este período serán “las señoritas de Avignon”. Su conocida pasión por el cubismo empezó cuando vio unas pinturas de Paul Cézanne, entonces él y George Branque inspirados por esto, empezaron a realizar una serie de paisajes que un crítuco describió que parecían estar hechos de cubos, de esta manera empezó el cubismo. A parte de ser pinturas monocromas sus temas eran sus amigos, los instrumentos musicales y naturalezas muertas.
En el año 1935 empezó el tema de la minotauromaquia (punto relevante en el Guernica, aunque en esa obra aparece un toro normal pero el significado del toro va ser “brutalidad”)


Pasando a la obra…
Conectando las imágenes que aparecen en la minotauromaquia, el caballo y el toro van a ser unos de los personajes principales del Guernica (estando el caballo en el centro de la composición con una lanza atravesando el costado, puede que sea un rastro de los temas de corridas de toros).
El Guernica se considera una de las obras más importantes del siglo XX. Fue un encargo del gobierno republicano para el pabellón oficial español en la exposición internacional de París de 1937 Picasso eligió el tema de la tragedia de Guernica ya que la magnitud de esta noticia había dado de qué hablar en muchos países. La aviación nazi alemana, al servicio de Franco, bombardeó la localidad vizcaína de Guernica el día 26 de Abril. Ese día era uno de mercado, así que básicamente todo el pueblo estaba en la calle en esos momentos. Cuando sonaron las alarmas de bombardeo todos corrieron a los refugios pero debido a la gran cantidad de gente que estaba reunida en ese momento y a que hubo varios bombardeos, las víctimas fueron incontables. También salieron fotos de la zona bombardeada y éstas imágenes en blanco y negro fueron las que inspiraron al autor la idea de hacer la obra en monocolor para que tuviese un efecto más impactante (aunque estuvo pensando en colorearlo). El trabajo lo terminó en un mes y gracias a los bocetos y a las fotografías de Dora Maar tenemos un registro impresionante de cómo se desarrolló la obra.
Lo que quería representar el autor es el horror de la guerra y que las victimas siempre son los inocentes y como este es un tema universal pudo llegar a todo el mundo. Además Picasso era un pintor para el pueblo, así que cuando lo expusieron en Londres no se pedía dinero por entrar a verlo, sino que se le pedía al público que llevase ropa para las víctimas de la guerra. Hay que añadir que la idea de añadirle color al cuadro nunca se fue, así que el autor dejó unas lágrimas rojas de pegatinas para que la gente las colocase en el lugar que más les gustase del cuadro.
Picasso quería que viniese a España cuando s hubiese instaurado un régimen republicano y a pesar de que estamos en una monarquía parlamentaria el cuadro está aquí. En mi opinión personal yo creo que al autor tampoco le desagradaría la idea de que estuviese aquí ya que está en su país de origen y además así nos puede recordar lo terrible que es la guerra (ya que en  EEUU parece ser que el mensaje no ha calado del todo)


Bibliografía:
http://enciclopedia.us.es Guernica (1937)

viernes, 11 de octubre de 2013

ARTE EN EL RETIRO

Práctica subida por Pablo Castillo Domínguez

En esta entrada haremos un breve comentario sobre tres de los numerosos ejemplos arquitectónicos que se pueden encontrar en los Jardines del Retiro.

FUENTE DE LA ALCACHOFA
Esta fuente se encuentra situada en la Plaza de la República de Honduras. Está fechada de finales del siglo XVIII, probablemente entre 1770 y 1780. Su diseño se debe a Ventura Rodríguez, mientras que de su realización se ocuparon los escultores Alfonso Giraldo Bergaz, Antonio Primo y José Rodríguez.
Originariamente fue construida para ordenar urbanísticamente la zona oriental de Madrid, dentro de las obras de construcción del Salón del Prado, un proyecto que fue aprobado por el Rey Carlos III. Sin embargo, en torno a 1880 la fuente fue traslada a los Jardines del Retiro para facilitar la fluidez del tráfico del recinto en el que se hallaba (actualmente la Plaza del Emperador Carlos III), y desde entonces ha permanecido allí como una de las fuentes más emblemáticas del parque.

Creo que resulta curioso resaltar que, aunque Ventura Rodríguez llevó una trayectoria artística bastante neoclásica, esta fue una de sus obras con más clara influencia barroca: seres marinos (un tritón y una nereida, ambos sujetando un escudo de Madrid) adornos vegetales y efectos de agua grabados en el material de la fuente, que le dan una esencia original y tan fresca como el agua que sale de ella.


ESTATUA DE DOÑA URRACA
Esta estatua está situada en el Paseo de la Argentina, conocido popularmente como Paseo de las Estatuas, precisamente porque a ambos lados del mismo se sitúan una serie de estatuas de monarcas españoles. Estas estatuas fueron originariamente diseñadas para decorar la cornisa del Palacio Real, entre los siglos XVII y XVIII. Son varios los autores que las realizaron, siempre bajo la dirección de los escultores de la Corte del momento, Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro. Sin embargo, tras la llegada de Carlos III, las estatuas fueron retiradas del Palacio Real y se distribuyeron por distintas zonas de la ciudad de Madrid, y una de esas zonas fue el Retiro, que recibió 13 de esas estatuas.
Todas las estatuas hacen el paseo bastante solemne, tal y como debe ser andar entre estatuas de reyes de distintas épocas. Pero la estatua que representa a Doña Urraca fue la que más me llamó la atención, no sólo porque es una de las pocas monarcas españolas representadas (la historia de España está llena de reyes, pero también de reinas y no deben pasar inadvertidas), sino porque muestra una gran entereza, mirando desafiante hacia el frente, hacia la nada, y sin dar muestras de desvanecerse, lo cual resulta bastante admirable, teniendo en cuenta que Urraca no tuvo ni una vida ni un reinado fáciles.


MONUMENTO A SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL
Se encuentra en el Paseo de Venezuela. Su autoría se debe al escultor Victorio Macho, y fue inaugurado en el año 1926, el 24 de abril, para conmemorar en vida a Ramón y Cajal, una de las mayores figuras científicas que España tuvo en el siglo XX.
Si he escogido este ejemplo escultural es porque su concepción resulta muy original y porque capta a la perfección la labor médica que ejerció Cajal durante toda su vida. O mejor dicho, capta la vida de Cajal, que fue la labor médica. Él, en el centro, vestido con manto como si de una de las grandes figuras clásicas se tratase; detrás, dos fuentes que cierran el monumento y con dos relieves cuadrangulares, la Fons Vitae y la Fons Mortis, la vida y la muerte, la felicidad y la melancolía, hechos y sentimientos a los que Cajal tuvo que enfrentarse no sólo como persona sino como médico. Cerrando el conjunto, entre las dos fuentes, una estatua de una mujer, que podría tratarse de Minerva, la diosa de sabiduría. Porta una corona de laurel, dispuesta a entregársela a Cajal, como si de un vencedor y un victorioso se tratase, y efectivamente así podría definirse a esta gran figura española.



Práctica subida por Ana Belén Fúnez Curiel

El ángel caído
Realizada en 1877 por el escultor Ricardo Bellver. El pedestal sobre el que se poya fue hecho por Francisco Jareño y se inauguró oficialmente en 1885. Como esto es más un análisis de la escultura no voy a hablar sobre el pedestal
Antes que nada observemos la vida del autor. Ricardo Bellever (1845-1924) fue un escultor español nacido en Madrid. Podríamos decir que el amor por el arte lo heredó de su padre Francisco Bellever, el cual también fue escultor. Estudió en la academia de bellas artes de san Fernando y más tarde pudo ir a estudiar a  la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde tres años después de su estancia allí realizaría la estatua del ángel caído y se convertiría en su obra más conocida.  Se mostró en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid donde ganó el primer puesto y por eso llevaron una copia en bronce a la expo de París (la original está hecha de caliza, bronce y hierro)
El autor hizo esta obra basándose en unos versos de “el paraíso perdido” (1667) de John Milton. Esta obra trata sobre el pecado original que cometieron Adán y Eva  y que hizo que cayesen en desgracia. En cuanto a la parte que corresponde a Satanás dice que se rebeló contra el poder de Dios ya que pensaba que éste estaba sosteniendo una monarquía injusta y que los ángeles debían tener los mismos derechos que dios, por eso organiza una revuelta, para que los ángeles tuviesen libertad.
La escultura en sí refleja el odio que siente Lucifer al mirar al cielo, la amargura de la derrota y la tristeza de haber caído.
La escultura pasó  a formar parte de la colección del museo del prado y por petición popular se decidió colocarlo en un lugar público y eligieron un espacio libre en los jardines del retiro.
No es la única estatua dedicada a este tema, pero tiene una curiosidad importante y es que está situada a 666 metros de latitud sobre el mar (cosa normal ya que la capital está más o menos a esa altura por lo general, pero este dato ha dado bastante que hablar


Diana cazadora

Lo primero que sorprende de esta estatua es su emplazamiento, pues no está a la vista como el resto de las estatuas, sino que la han situado en una isla artificial rodeada de vegetación. No podría ser de otra manera ya que esta figura es una de las misteriosas de todo el parque. No hay datos históricos sobre ella y se piensa que podría formar parte de la colección real cuando aún poseían el parque, la verdad es que la encontraron en medio de la maleza y le faltaban partes como el brazo y los dedos, pero en 1994 los restauraron.
La estatua está hecha de piedra caliza y porta a su espalda su típico carcaj con flechas, pues por eso se la conoce como la diosa cazadora, junto a ella hay un perro (parte del cortejo de animales que la acompañaban) y a sus pies yace un ciervo el cual se supone que es Acteón, un joven cazador que vió a la diosa bañarse desnuda en el río y cuando ésta se dio cuenta le transformó en ciervo e hizo que sus sabuesos le diesen caza.
Al ser la diosa de la caza y de la naturaleza está colocada en un sitio idóneo pues rodeada de vegetación nos transmite la idea de cómo debía ser la diosa en sus cacerías por el bosque

Hércules y el león de Nemea

Esta obra en un principio no estaba destinada a estar en el parque, sino que iba a estar o bien en el palacio de Oriente o adornando una casa regia. Como muchas de las esculturas del retiro fue encargada entre el siglo XVII  y XVIII
Según cuenta la leyenda uno de los doce trabajos de Hércules consistía en matar al león de Nemea, una criatura enorme con una fuerza descomunal que para más inri tenía la piel dura como el acero, lo que lo hacía imposible que se le pudiese matar con espadas. Como era imposible matarlo con los métodos convencionales, a Hércules no le quedó más remedio que estrangular a la bestia metiendo su mano por el gaznate. Como también tenía que conseguir la piel usó las propias garras del león para cortarla y con ella se hizo su armadura.